En un rincón tranquilo de un estadio de Tokio, un padre se seca las lágrimas de los ojos. Acaba de ver a su hijo de 20 años ganar su primer oro olímpico de manera emocionante, persiguiendo pacientemente y adelantando al feroz rival keniano Timothy Cheruiyot en la última curva de la final de 1.500 metros.
El momento sería emotivo para cualquier padre, pero más aún si ha entrenado a su hijo durante toda su carrera como corredor. Tal fue el caso de Gjert Ingebrigtsen, que fue entrenador de tres de sus siete hijos: Henrik, Filip y Jakob, el que consiguió el oro olímpico en Tokio hace dos años.
Hoy, sin embargo, la dinámica familiar ha cambiado. Los tres hermanos corredores terminaron su relación como entrenadores con su padre el año pasado, lo que provocó una serie de especulaciones sobre una posible ruptura en la familia de deportistas más rápida (y famosa) de Noruega.
Ahora los tres hermanos han hablado públicamente de los motivos por los que ya no son entrenados por su padre, alegando que éste es agresivo, controlador y ha utilizado violencia física y amenazas hacia ellos.
“Todavía sentimos la incomodidad y el miedo que llevamos dentro desde la infancia”, escribieron Henrik, Filip y Jakob en un artículo para el periódico noruego VG, publicado la semana pasada.
“De alguna manera lo hemos aceptado. Hemos vivido con ello y, en la edad adulta, hemos seguido adelante. Al menos eso pensábamos. En retrospectiva, nos damos cuenta de que fue ingenuo”.
Dijeron que hace dos años, unos meses antes de terminar la relación de entrenador con su padre, “volvieron a atacar las mismas agresiones y castigos físicos. Esa fue la gota que colmó el vaso”.
Gjert Ingebrigtsen ha negado estas acusaciones. En comentarios enviados a CNN Sport a través de su representante legal, Elden Advokatfirma, dijo: “Las declaraciones que hicieron mis hijos no tienen fundamento. Nunca he usado la violencia contra mis hijos.
“También he llegado a comprender que he tenido debilidades como padre y que he sido demasiado entrenador, aunque demasiado tarde”.
El jueves, la policía noruega dijo que había llevado a cabo “investigaciones preliminares” sobre las acusaciones de los hermanos y ahora había abierto un caso bajo un código penal relacionado con “abuso en relaciones cercanas”.
En una declaración compartida con CNN Sport, la inspectora Terese Braut Våge dijo: “Esto significa que ahora estamos en una fase de investigación, donde el propósito de la investigación es descubrir si existen circunstancias criminales”.
John Christian Elden, el abogado que representa a Gjert, dijo a CNN Sport que su cliente aún no ha sido acusado de ningún delito penal.
“Esto no fue inesperado y mi cliente confía en el resultado de dicha investigación”, dijo Elden, y agregó que es la “única oportunidad de Gjert de ser absuelto de cualquier delito”.