Una década de BTS: La banda creó el ARMY, el ARMY sostiene a la banda

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Han pasado 10 años desde que siete adolescentes en una banda de chicos llamada Bangtan Sonyeondan, “Bulletproof Boy Scouts”, debutaron en la escena musical coreana. Hoy en día, son un nombre familiar con fanáticos en todos los rincones del mundo. BTS, durante la última década, se ha transformado de ser un desvalido en la industria del K-pop a un fenómeno cultural global.

La pregunta es: ¿Cómo logró trascender fronteras este septeto de Corea del Sur, que canta predominantemente en coreano?

Una de las principales razones, en mi opinión, es la autenticidad que transmiten no solo con su música y letras, sino también a través de sus numerosas interacciones con los fans. Debutando en la industria del K-pop, donde cada grupo está pulido a la perfección, BTS creó un espacio para la vulnerabilidad y la identificación. Su sencillo debut ‘No More Dream’ fue una oda a la apatía adolescente, una rebelión contra los valores tradicionales coreanos. Sus letras confesionales y contundentes son raras en una industria donde los grupos de ídolos tienen prohibido por contrato tener una vida personal, y mucho menos expresarse, y los estudios controlan cada aspecto de su imagen para presentar los más altos ideales de belleza y talento.

En este ambiente tóxico y reglamentado, un exitoso productor y compositor, Bang Si Hyuk, se dispuso a crear un estudio y cultivar un grupo socialmente consciente y creativo. BTS era dueño de su estatus como el desvalido que luchaba por competir con bandas populares de estudios con presupuestos y recursos masivos. Sus integrantes comparten abiertamente sus inquietudes creativas y batallas personales a través de sus canciones.